¿Es normal estar perdiendo dinero en tu negocio?
La respuesta es: NO.
No deberías estar perdiendo en tu negocio más allá del año de haber iniciado, y esto es sólo si tuviste que hacer inversiones importantes en equipamiento o insumos.
Si no hiciste grandes inversiones para iniciar, o después de algunos meses de que iniciaste, los resultados al final de cada mes siguen siendo negativos, te sugiero empezar a revisar los siguientes aspectos:
Tus costos
Este es el aspecto en el que más problemas tenemos los emprendedores y es que el costo no se encuentra únicamente en los insumos que compras. El costo real, se compone por materiales o insumos (si los hay), gastos fijos que el negocio debe cubrir cada y el que a veces olvidamos: Tiempo.
Además, si tu negocio requiere mantener inventarios, todos esos insumos almacenados también te están costando por el simple hecho de que ocupan espacio del que aún no puedes obtener ingresos.
¿Qué hacer aquí? Mi sugerencia siempre es comenzar calculando el costo de uno solo de tus productos, el que más vendes, y a partir de ahí revisar el resto. Inicia con una lista siguiendo todo tu proceso hasta la compra del cliente y después regresa a agregar entonces cantidad de dinero por concepto.
Gastos elevados
Así como en finanzas personales, tu negocio puede estar viviendo por encima de sus posibilidades cuando los gastos que se tienen que pagar aunque no se venda son elevados.
Así te encuentres en el inicio de tu negocio o ya tengas años, mi sugerencia con los gastos fijos siempre es la misma: Trata de reducirlos al mínimo indispensable para alcanzar tus metas de ventas.
La cuarentena nos lo dejó bien claro, muchas cosas que creíamos necesarias realmente no lo son. ¿En verdad necesitas un espacio desde el día 1 o puedes comenzar en casa? ¿Necesitas ese local enorme o uno más pequeño? ¿Necesitas 10 trabajadores o sólo 2?
Puedes resolver este aspecto haciendo una lista de los gastos que tienes en tu negocio que existen aunque no vendas nada y revisando cuáles son realmente necesarios en este momento y cuales pueden esperar o ni siguiera deberían existir.
Precios
Si existen problemas en los dos puntos anteriores, tus precios no serán los adecuados. Si tus precios son adecuados pero no tienes una estrategia adecuada de precios, puedes estarle dando más enfoque en tus ventas a productos que no son los que más ganancia proporcionan y con ello disminuir tus ganancias totales.
Para solucionar esto, debes revisar tus precios para asegurar que te permitan cubrir tanto tus costos como tus gastos y posteriormente crear una estrategia en la que tengas productos con un precio de entrada para que te conozcan y tus productos principales.
Nivel de ventas
Si todos los puntos anteriores están en orden, el problema viene de las ventas. La cantidad de ventas que se logran actualmente, no permite cubrir la operación de tu negocio.
En mi experiencia, siempre creemos que las pérdidas se deben a esta causa, pero es menos común de lo que te imaginas.
En la mayoría de los casos, las pérdidas se resuelven con los puntos anteriores, pero si este es tu caso realmente, será importante crear metas de ventas adecuadas y revisar la cobranza de tus clientes:
Calcula las ventas que serían necesarias para alcanzar tu punto de equilibrio (El punto en el que no ganas ni pierdes).
Aumenta a tu punto de equilibrio el porcentaje ideal de ganancia que esperarías en tu negocio, con esto tendrás tu meta de ventas real para obtener esa utilidad.
Diversifica tus puntos de venta o la forma en que tus clientes llegan a ti.
Tal vez estás llegando a tus metas de venta, pero tu cliente no paga a tiempo. Si es tu caso, siempre recuerda que: Un cliente que no paga, no es cliente.
Tú, sí TÚ...
El punto más doloroso, pero el que como emprendedoras dejamos de prestarle atención.
Tu negocio y tú no son uno mismo, si no tienes un sueldo asignado (que sí te pagues), si tus finanzas personales están mezcladas con las del negocio y tomas dinero cuando lo necesitas, puedes estar sacando más dinero del que entra sin siquiera darte cuenta.
Así que la solución aquí es sencilla: Asígnate un sueldo y ten una cuenta personal separada para dejar de tomar dinero del negocio para tus necesidades personales. El único momento en que tomarás dinero adicional a tu sueldo, será el reparto de utilidades y este no se da todos los meses.
Para concluir, tengo que decir que cada negocio tiene sus peculiaridades y que ninguno es exactamente igual a otro, pero si inicias por estos puntos, seguramente tendrás una idea de lo que está pasando en tu negocio.
El siguiente paso, lo podemos realizar juntas para que logres crear un negocio verdaderamente rentable 😉.
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